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6 de mayo de 2011

La Randera Tucumana (Poesía de Amalia Prebisch de Piossek)


Naranjos con fruta de oro,
cedrones de copa blanca,
“dama de noche” silvestre
y rubia flor de la caña;
tardes ardientes de estío,
límpida y tibia alborada,
¡llorad que se va muriendo
la randera tucumana!

…Era morocha y garrida,
graciosas, sagaz y franca;
tenía los ojos negros
y negras las crenchas lacias;
sobre el ceñido corpiño
las gruesas trenzas jugaban,
si caminaba ondulando
la randera tucumana.

Pálida tez, suave y fina,
boca a reír preparada;
húmedos labios… y en todo,
dulzor de sabrosa caña…
dulzores de ella fluyendo
en cadenciosa palabra,
si hablaba, sencilla y buena,
la randera tucumana.

Tardes de estío la vieron
bajo un naranjo sentada,
ágil la mano pequeña
tejer laborioda randa…
y oyeron mañanas tibias
la copla doliente y vaga,
que iba, al tejer, entonando
la randera tucumana.

¡Ay, si al pasar por su lado
alguien osaba mirarla!
(Dios quiso que no la vierais
Marqués, el de Santillana…)
Bajos lo ojos seguía
punto por punto la malla,
¡que era en desdenes discreta
la randera tucumana!

Y ¡hay, si cayendo la noche,
sobre el vestido su randa
quedaba quieta, y las manos
en las rodillas cruzadas…!
¡Ay, si cayendo la noche
Amor rondaba la casa,
y hablaba con una estrella
la randera tucumana…!
…………………………
Entre las manos ligeras
pasaba, sutil, la malla…
La aguja, en ella, al antojo
bordaba cosas soñadas…
y luego, piadosa y triste,
con randa altares ornaba
-para que el novio volviera-
la randera tucumana…

Prolijo y limpio el encaje
bajo el percal de la saya
aparecía, si en misa
la dueña se arrodillaba;
y por la tarde, en el baile
al son de canto y guitarra
lucíalo en las “chilenas”
la randera tucumana.

¡Ay, si al bailar, la pollera
en cada vuelta ondeaba!
¡Ay, si llegando el saludo,
la dama cogía su falda!
¡Entre locura de espuma,
entre el oleaje de randa,
mostraba el pie diminuto
la randera tucumana!

…Se va la randera joven,
morocha, sagaz y guapa.
Los viejos de ella se acuerdan
y Amor retoza en sus almas…
Los años mozos reviven,
y el cuento siempre así acaba:
“¡… era tan linda, tan linda
la randera tucumana!”

Naranjos con fruta de oro,
cedrones de copa blanca,
“dama de noche” silvestre
y rubia flor de la caña;
tardes ardientes de estío,
límpida y tibia alborada,
¡llorad, que se va muriendo
la randera tucumana!

Amalia Prebisch de Piossek, 1915




Amalia Prebisch de Piossek
Educadora, maestra, escritora y poeta. Fue docente de las escuelas Normal y Sarmiento, de la capital. También dictó Enseñanza de la Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. 


Poesía publicada en:
- La randera tucumana y otros poemas, 1981
- Tres generaciones de poetas de Tucumán, 1995 (de Vicente Atilio Billone, Facultad de Filosofía y Letras - UNT)

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