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7 de agosto de 2018

Nicolás Renolfi, graduado de la UNT lidera el proyecto SAOCOM de fabricación de dos satélites



¿Por qué consideras importante que un país tenga el potencial de construir un satélite?

Te contestaría con una realidad, el grupo que se formó a principios del 2000 para diseñar el SAR. Luego con la experiencia adquirida pudo desarrollar los radares terrestres. Hoy hay unos 30 radares argentinos desplegados en nuestro territorio: secundarios, primarios y meteorológicos que tienen una gran importancia civil (control del tráfico aéreo, gestión de las fronteras).

La capacidad tecnológica desarrollada en materia espacial, más allá de los beneficios propios que se esperan de la misión satelital, permite que incursionemos en temas que son estratégicos en otras áreas de nuestro país, como posibles productos de exportación.

El área de desarrollo espacial nació del grupo que trabaja en reactores nucleares, dónde se utilizan técnicas y cálculos similares. En ambos casos la confiabilidad del sistema debe ser altísima.



3-Agosto-2018

“La UNT me dio una excelente base y me enseñó a aprender”

Entrevista con el líder del proyecto SAOCOM de fabricación de dos satélites idénticos. Nicolás Renolfi se graduó en nuestra Universidad y aún mantiene lazos con la casa de estudios.

Esta semana el satélite Saocom 1A fue trasladado desde el aeropuerto de Bariloche en el avión ucraniano más grande del mundo. Viajó con destino a Vandenberg en California, al norte de Los Ángeles, desde donde será lanzado al espacio posiblemente dentro de un mes.

El proyecto Saocom incluye dos satélites, el Saocom 1 A y el Saocom 1 B (este último estará listo el próximo año). Tiene como meta lograr imágenes día y noche en dos y en tres dimensiones e incluso a través de cualquier capa de nubes. Permitirá detectar el nivel de humedad del suelo, con lo que se podrá prevenir inundaciones o estudiar sequías, además de adelantarse a períodos de posibles incendios forestales.

Nicolás Renolfi lidera el proyecto Saocom por parte de la empresa INVAP. Si bien es nacido en Santiago del Estero, estudió la carrera de ingeniería electrónica en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la UNT.

¿Por qué elegiste ingeniería electrónica y por qué decidiste trabajar en INVAP?

Elegí estudiar ingeniería electrónica porque de chico leía mucho artículos de revistas y libros de divulgación científica que tenía mi mamá y la parte de tecnología espacial me fascinaba (en especial las misiones de la NASA y las notas de la Muy interesante).

Cuando estaba finalizando mis estudios en la facultad, a punto de empezar mi trabajo final, una profesora de la facultad me presentó a un ex-compañero tucumano que trabajaba en INVAP y, café de por medio, me contó sobre INVAP y su desarrollo en satélites.

A partir de ese momento me puse en campaña de contactarme con INVAP y luego de varias charlas acordamos que realizaría mi proyecto final en un tema de interés para la empresa. Con el soporte del ingeniero Jorge Molina Palacios como director de tesis presenté mi proyecto a fines de 2000.

¿Cuándo ingresaste en INVAP?

Desde que me gradué hasta la actualidad, al principio diseñando partes de satélites y de radares terrestres y, los últimos años, en tareas de coordinación técnica y organizativa. Pude y, por suerte, sigo disfrutando de todas las etapas y trabajos que me tocaron resolver o participar.

¿Cómo seguiste tu capacitación luego de graduarte en la UNT?

La formación que he recibido luego de la universidad consisten en muchos cursos de capacitación técnicos y no técnicos que realice en INVAP .

En INVAP la principal capacitación termina siendo “on the job”, es decir, cuando uno deja los libros y empieza a aplicar ese conocimiento adquirido en la práctica.

¿Qué tareas realizaste en el proyecto SAOCOM?
Las vueltas de la vida… Cuando empecé en el año 2000 comencé a trabajar en una parte del radar del Saocom, luego de varios año,s cuando comenzaron los proyectos de radares terrestres fui acompañando también esos diseños. Después de 13 años, regreso nuevamente al Saocom pero con la tarea de coordinar actividades, asegurando los tiempos y manteniendo los presupuestos. El mismo proyecto, pero con otro enfoque.

¿Cuánto te sirvió la formación en la UNT para tu carrera profesional?

Si bien soy santiagueño, mi señora es tucumana. Tengo familia en ambas provincias, así que voy de visita cuando podemos hacernos un tiempo (aunque ahora es más difícil con cuatro niños). La formación académica en las ciencias duras fue muy buena, fue una excelente base y además la universidad te enseña a aprender. Lo que me faltaba de conocimiento pude desarrollarlo con libros, usando los mismos métodos que usaba en la facultad. Además los compañeros de INVAP que no se guardan ningún detalle y te cuentan cómo se hace todo.

¿Qué recuerdos guardás de tu época de estudiante?

Mantengo contacto con el ingeniero Jorge Molina Palacios, con quien tratamos de tener algún encuentro cada vez que viajo a Tucumán. Él es un entusiasta en la materia espacial.

Además mi suegro fue docente de unas de las materias de mis primeros años, pero quedate tranquila que para el final de la materia él pidió que otro docente me evaluara. Con él nos llevamos bien y nos gusta charlar cada que vengo de temas técnicos.

¿Qué cosas del Saocom se hicieron en Argentina y qué cosas afuera?

En Argentina hay capacidad y experiencia para desarrollar todos los componentes.
Para esta misión CONAE contrata a INVAP para el diseño, fabricación, integración y ensayo. Abarca la plataforma de servicios y el único instrumento que lleva el SAOCOM, el SAR, lo que llamamos electrónica central, más el subsistema de bajada de datos de ciencia

La CONAE junto a otras empresas se ocupa del diseño, fabricación, integración y ensayos de la Antena SAR. Es una estructura que desplegada en el espacio tiene una superficie mayor a 35 metros cuadrados y parte de sus componentes electrónicos fueron provistos por otros países.

Diría que más del 80% de las cajas electrónicas son hechas en Argentina, es decir, que son diseñadas, fabricadas, integradas y ensayadas en forma local.

Finalmente, INVAP es el responsable de integrar el satélite completo (la plataforma de servicios, la electrónica central con el subsistema de bajada de datos de ciencia y la antena SAR) y probarlo ambientalmente en la empresa CEATSA.

¿Por qué consideras importante que un país tenga el potencial de construir un satélite?

Te contestaría con una realidad, el grupo que se formó a principios del 2000 para diseñar el SAR. Luego con la experiencia adquirida pudo desarrollar los radares terrestres. Hoy hay unos 30 radares argentinos desplegados en nuestro territorio: secundarios, primarios y meteorológicos que tienen una gran importancia civil (control del tráfico aéreo, gestión de las fronteras).

La capacidad tecnológica desarrollada en materia espacial, más allá de los beneficios propios que se esperan de la misión satelital, permite que incursionemos en temas que son estratégicos en otras áreas de nuestro país, como posibles productos de exportación.

El área de desarrollo espacial nació del grupo que trabaja en reactores nucleares, dónde se utilizan técnicas y cálculos similares. En ambos casos la confiabilidad del sistema debe ser altísima.

¿Qué le aconsejás a los estudiantes jóvenes?

Que pueden lograr grandes cosas con mucho esfuerzo, paciencia y haciendo las cosas correctamente. Eso sí, los resultados se ven con los años. No hay que desanimarse en el camino. Esto es importante destacar en el mundo de lo inmediato que vivimos. Fuerza a todos los estudiantes y a no desanimarse que Argentina tiene mucho para dar y mucho que recibir de todos nosotros.

 Por Daniela Orlandi

Fuente: http://scait.ct.unt.edu.ar/un-graduado-de-la-unt-lidera-el-proyecto-de-fabricacion-de-dos-satelites/

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