En la época en que cada provincia se gobernaba por su cuenta, antes de la unificación nacional, hubo un gobernador aquí en Tucumán, que en un asunto en particular, pensaba justo como nosotros los que creemos que “la educación es una de las claves para lograr la felicidad de un pueblo” y como él quería la felicidad de su pueblo, quiso crear escuelas para que los niños tucumanos aprendan a leer, escribir, sumar, restar, multiplicar, dividir...
Y le pasó lo mismo que le pasaría a cualquiera que intente construir escuelas, mantenerlas en buen estado y cubrir los gastos de funcionamiento: necesitaríamos bastante dinero, así que buscando la manera de conseguirlo tomó varias medidas:
*** Impuso multas a los que traficaran cueros sin marca y creó para ello un registro de marcas que debería quedar en poder de la policía. Además de lograr recaudar dinero sus medidas dieron otros frutos: consiguieron controlar el cuatrerismo que se había convertido en una plaga en el campo tucumano, y esta actividad comenzó a prosperar.
***Le puso impuesto a la harina y al trigo que entraban a Tucumán… y de nuevo aunque estas medidas tenían como fin simplemente recaudar dinero para concretar los proyectos del gobierno provincial… también tuvieron otros efectos benéficos para la agricultura local que abastecía a la población tucumana de harina y pan.
*** Le puso un impuesto adicional al azúcar que entraba a Tucumán, además de los impuestos que ya tenía. Y esta vez se generó un gran conflicto, en el cual como en casi todos los conflictos, todos tenían razón. Los comerciantes que se oponían al gobernador decían, y tenían razón, que este nuevo impuesto era equivalente a prohibir la entrada de azúcar extranjera y favorecer el monopolio de los productores locales, quienes venderían un producto de baja calidad a un alto precio. Los que defendían al gobernador decían, y también tenían razón, que siendo la agricultura y la industria las que verdaderamente enriquecen a un país, el gobierno debería protegerlas restringiendo la entrada de productos extranjeros mientras se consolida la producción local, y que aún siendo verdadero el argumento de los opositores, es un mal pequeño comparado con el inmenso beneficio de hacer prosperar la agricultura e industria local que proporciona trabajo a innumerables tucumanos. Así, las deliberaciones se prolongaban y no se lograba el consenso, porque siempre detrás de argumentos teóricos se esconden intereses económicos muy fuertes, que son los que realmente motivan a apoyar o cuestionar las medidas oficialistas. Y aunque con gran esfuerzo finalmente el gobernador consiguió que aprobaran el impuesto, las malas cosechar lo obligaron a suspenderlo... (y si... la agricultura, el petróleo y la minería tienen esos riezgos)
***Le puso un impuesto a la importación de manufacturas que se producían en la provincia. También esta medida tuvo los resultados esperados y otros: consiguió recaudar el dinero necesario para la anhelada educación, favoreció a las fábricas locales y generaron nuevamente conflictos con los ricos y poderosos comerciantes. Las medidas afectaron el comercio con Buenos Aires y con la vecina provincia de Salta, cuyo gobernador envió sus fuerzas a invadir Tucumán.
Fiel a su anhelo, contra viento y marea, el gobernador de Tucumán durante su primer año de gobierno fundó 14 escuelas. A las dificultades mencionadas (falta de fondos para construirlas, mantenerlas en buen estado, y solventar los costos de funcionamiento), se sumó la resistencia de los padres a enviar a sus hijos, por lo que las escuelas fueron quedando abandonadas a pesar de los constantes esfuerzos oficiales por reanimarlas.
Algunos considerarán que los resultados demuestran que el esfuerzo fue en vano, mientras que a otros, les parecerá que mereció la pena, ya que durante algunos años cientos de niños tucumanos tuvieron la oportunidad de disfrutar la aventura de ir a la escuela y se dieron algunos pasos para que hoy tengamos 744 escuelas de nivel inicial, 757 primarias y 621 escuelas secundarias en Tucumán.
Fuente:
Bliss, Santiago Rex
Tucumán, una historia para todos: de los orígenes al centenario.
1ra edición, Tucumán: Ediciones de La feria del libro, 2010
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He leido el articulo Educacion para la felicidad de un pueblo, y quisiera saber a que gobernador de Tucuman se refiere. / Mis palabras carecen de acento ortografico porque desconozco el teclado.
ResponderEliminarHe leido el articulo Educacion para la felicidad de un pueblo, y quisiera saber a que gobernador de Tucuman se refiere. / Mis palabras carecen de acento ortografico porque desconozco el teclado.
ResponderEliminar¡Gracias por comunicarte!
EliminarEl artículo "Educacion para la felicidad de un pueblo" se refiere al gobernador Alejandro Heredia.